NUESTRA HISTORIA
La familia
Todo comenzó en 1886, cuando nuestros antepasados decidieron iniciar un desafío único. En aquella época, sólo unos pocos pensaron que aquella región podía convertirse en referente del vino.
Esperar a que la región prosperara y cultivar otro tipo de cultivos de subsistencia era la idea más prudente. Intentar expandir el cultivo de la vid fue, sin embargo, su nueva razón de ser. Este era el origen de la bodega Finca La Picaraza.
Hoy, más de un siglo después, mantenemos una renovada razón de ser: dar a conocer el fruto del trabajo que realizaron tantas personas que han formado parte de Finca La Picaraza. Es gracias a ellos y a su esfuerzo que estos viñedos singulares existen en la actualidad. Estos viñedos de cepas muy viejas son testigos vivos de esta historia y cuyos frutos son los que usamos actualmente para elaborar el vino La Picaraza. Porque queremos continuar el legado de aquéllos que desafiaron lo establecido.
Finca la Picaraza es una bodega familiar que viene elaborando vinos de forma tradicional, generación tras generación desde su creación hace más de un siglo hasta la actualidad, siendo una de las bodegas más antiguas de la comarca Utiel-Requena.
Rodeada por los viñedos pertenecientes a la misma, mayoritariamente de la variedad bobal (autóctona de la zona), la bodega utiliza como materia prima las uvas vendimiadas manualmente procedente de los mismos.
Nuestra motivación no es la cantidad, sino la calidad. Seleccionamos por lo tanto las mejores uvas provenientes de cepas viejas de bajo rendimiento. El resultado de la unión entre una materia prima con una gran historia y la dedicación por obtener su máxima expresión, es un vino auténtico con una personalidad que no deja indiferente.
